Quiero contar una historia…
Algunos dirán que es cierta, otros que no puede pasar y que es inverosímil.
En cuanto a mi opinión, yo creo que esta historia ha pasado no solo una si no más de una vez y que no debería pasar, pero que cada uno se saque su propia conclusión.
Yo me he decidido a escribirla para compartir esta historia, no busco ni dinero ni fama.
Trata de unos personajes que yo creo que deberían estar juntos pero que por cosas de la vida no pueden…
Abel que es el protagonista y el chico enamorado que intenta conseguir que la chica a la que quiere sea feliz… aunque eso le traiga consecuencias. Es un chico maduro y especial por su característica personalidad es amable, muy cariñoso y convive con el miedo de perder todo lo que tiene, suele tener problemas con la familia pero a pesar de todo eso es un chico alegre que solo quiere ayudar a su entorno a que sean felices.
Saray que es la mejor amiga de amiga de Abel y de Verónica, es una chica fiel con su estilo grupos de música, amistades. A veces es un poco infantil pero en otras ocasiones es muy madura alguna vez no piensa en las consecuencias de sus actos y se da cuenta tarde.
Verónica que es la chica amiga de Saray y también se enamora de él pero la vida se interpone entre ellos, se preocupa mucho por la gente que quiere y se podría decir que se sacrifica mucho por los demás, a ella le encanta ayudar a quien lo necesita, siempre está para sus amigos.
Capítulo 1
Todo estaba en calma aquella tarde en la piscina acabábamos de comer a la 1 para que así cuando nos pudiéramos bañar no hubiese niños, estábamos en la toalla tumbados yo y mis amigos unos jugaban a cartas, otros escuchando música yo simplemente tomaba el sol con un brazo por encima de la cabeza para taparme los ojos.
En ese momento uno de mis amigos me tiro una almohada a la cabeza:
- Abel tío, ¿estas sobado o que te pasa? Normalmente nos vienes a machacar al póker
- No, solo quiero ponerme moreno para luego en clase restregároslo por la cara ja ja ja ja
- Eh serás cabrón ja ja ja ja.
Me volví a dormir pensando en cuando volvería mi amiga Saray de Málaga se había ido con sus padres de vacaciones y la extrañaba mucho.
No estaba enamorado de ella, simplemente la extrañaba porque con ella me lo pasaba genial y hacia mucho que se había ido haría 2 meses al día siguiente, no nos podíamos comunicar porque estaba castigada sin móvil y no tenía ordenador allí.
No sabía cuándo volvería Saray y en ese momento tampoco sabía que me depararía el futuro.