Capitulo 8
Los días pasaban lentamente para Abel y Saray, los 2 notaban que algo les faltaba algo importante.
Abel no llevaba muy bien la ida de Vero, muchas noches lloraba por su ausencia.
- ¿Qué tal llevas lo de Vero, Abel?
- Bueno… creo que voy mejorando… pero la hecho mucho en falta…
- Si yo también, quiero que el tiempo pase para poder verla… o que me llame, cuando me llama me siento un poco más cerca de ella aunque no sea la realidad.
- Ya… y ella ¿qué tal lo lleva?
- También nos echa de menos, se lo paso muy bien
- Me alegro de ello.
- ¿de qué hablasteis en aquel portal?, aun no me has dicho nada de aquello
- Hablamos de que no queríamos separarnos, yo me quería ir con ella, raptarla o algo así…
- ¿Algo más?
- Si de cuanto nos queríamos
- ¿no te preguntaría lo que me dijo a mí el primer día?
- ¿El qué?
- Me dijo que igual te preguntaba “como” la querías
- Si eso fue lo que me pregunto
- Esta chica… ¿Qué le respondiste?
- Le dije que la quería como a la novia que nunca he tenido
- Oooooo que bonito
- ¿Cuándo la volveremos a ver?
- Puede que en semana santa pero no es seguro yo a ver si convezco a mis padres para que me dejen ir a verla pero claro tú lo tienes más difícil
- Ya… se intentara….
- Y si no en verano sí que es más probable que tú y yo podamos ir a verla juntos
- Guay.
No había muchas posibilidades pero las pocas que había alentaban a Abel a tener esperanza de volver a estar con ella
Pasaron los meses y cada vez más cerca de semana santa se intentaba planear volver a ver a Vero, pero apareció un gran problema…
- Abel, tengo que decirte algo que no te va a gustar, es sobre Vero…
- ¿Qué pasa? ¿no la veremos?
- Peor…
- Sabes que estos días no se a podido conectar ni llamarnos
- Si…
- No es por sus padres ayer conseguí hablar un poco con ella y…
- ¿Qué pasa?
- ¿Te acuerdas de aquel ex que te dijimos?
- Si ¿qué pasa con él?
- Veras… el a… vuelto…
- ¿co… cómo?
- Veras… cuando ocurrió lo que te contamos él vivía en Córdoba y claro la distancia ayudo a que no se vieran… él se llevaba muy bien con la madre de Vero y ha convencido a su madre para mudarse a la ciudad de Vero, la madre de Luis está pensándoselo y ya ha visto a Vero y…
- ¿Qué ha pasado?
- La ha amenazado con hacerle la vida imposible… y con… volver…
- No… no… por favor dime que es broma…
- No lo es… y de momento le está prohibiendo meterse al tuenti, ella intentara llamarme cuando pueda si él no la ve claro…
- Se intentara hablar con ella cuando se pueda…
- Abel, no te fíes, si la ves conectada no la hables… podría ser Luis
- Está bien…
- A ver qué pasa… me ha dicho que te dijera que estará bien que no nos preocupemos y que nos quiere…
- ¿Cómo que no nos preocupemos? Es que… dios… joder… necesito hablar con ella quiero verla…
- No lo hagas… es lo mejor… la última vez que hable con ella colgó porque venía Luis…
- Joder…
- Abel… tranquilo no llores… todo se solucionara… ya lo veras…
- ¿Cómo? Si pudiera ir allí…
- Yo también quiero ir allí y partirle la cara pero haremos lo que podamos desde aquí…
- NO ES SUFICIENTE…
- Lo sé ¿pero qué podemos hacer? Lo siento
- Bufff…
Abel no podía seguir hablando pensando que en cualquier momento Luis le podía hacer algo malo a Verónica, solo con pensarlo se ponía a llorar, no quería que le pasase nada.
Esa noche Abel la dedico a pensar en cómo lograr poder ir a ver a Vero, pensaba que si la visitaba su ex la dejaría un poco en paz, tenían que esperar a semana santa para poder verla y eso contando que Abel pudiese ir…
También pensó que si ahorraba lo suficiente podría intentar convencer a sus padres de ir, era difícil pero tenía que intentarlo…
Lo que más miedo le daba era que pasara algo y que fuera demasiado tarde para impedirlo…
Las cosas no podían ir peor o eso pensaba Abel, a la semana siguiente Abel estaba conectado al tuenti y vio a Vero conectada pero se acordó de lo que le dijo Saray y no la hablo pero ella si…
- A ver gilipollas soy Luis desde el tuenti de Verónica, dejarla en paz ¿vale? Vero es mía, nunca ha dejado de serlo si yo la quiero joder la jodo porque para eso es mía ¿entiendes? Ya está dicho encantado de conocerte gilipollas
Abel se quedó petrificado, no podía reaccionar, quería pensar que era una pesadilla de la que se podía despertar pero no era así…
Tenía que hablarlo con Saray empezaba a preocuparse…